Trabajar en Alemania: ¿tienes lo que hay que tener?

Trabajar en Alemania: ¿tienes lo que hay que tener?

(16.10.2011)

El idioma alemán es difícil y la mentalidad, diferente a la española. Éstas son las principales reglas de oro cuando se desea hacer carrera en Alemania

HABLAR ALEMÁN

No hay forma suave de decirlo: en Alemania la vida y el trabajo se desarrollan en alemán. Son 80 millones y, aunque el porcentaje de alemanes que hablan otros idiomas es algo más alto que el de españoles, para trabajar allí hay que entenderse en alemán.

El nivel de alemán determina, además, a qué trabajos se puede acceder: a más dominio, mejores opciones y mejores sueldos. Incluso para los oficios manuales hace falta manejarse en un alemán capaz de negociar presupuestos, cobrar o rellenar formularios.  

Naturalmente, quedan nichos en los que el alemán no es indispensable. A las perlas se les permite cierto margen: ingenieros especializados en sectores de alta demanda, diseñadores gráficos con portfolios envidiables o futbolistas cien veces internacionales con su selección…

Quien quiera marcharse a Alemania debe concebir su traslado como un viaje que durará meses. Comenzará aprendiendo el idioma en su lugar de origen, seguirá con un tiempo de “purgatorio” allí haciendo trabajillos por debajo de sus capacidades mientras reafirma sus conocimientos del idioma, y acabará con una lenta, pero progresiva, consecución de sus objetivos.

“FORMATEARSE” A LA ALEMANA

Debemos tener un currículum en alemán y según las normas alemanas, que son bien distintas a las nuestras. El CV clásico alemán requiere fotografía (una buena foto profesional, bien trajeados y con cara de directivo/a), estructura mes/año (lo que significa que debe recoger TODOS los datos de una vida profesional de forma cronológica) y firma al final. En un par de páginas y sin concesiones a la fantasía. Hoy por hoy, las webs de empleo recomiendan a los propios alemanes romper un poco las reglas, pero quien aspira a trabajar allí debe dejar claro que conoce también la manera alemana de hacer las cosas. En :: este enlace :: puedes encontrar una guía muy precisa para elaborar tu currículum.

NORMAS, REGLAS, COSTUMBRES...

Son el doble de millones que los españoles viviendo en un territorio bastante más pequeño, así que la vida cotidiana se desarrolla entre montones de normas y reglas para hacer más sencilla la convivencia. Conocer las esenciales ayuda a integrarse y adaptarse:

  • Puntualidad.  Es vital llegar pronto a una cita, y aún más al trabajo. A las entrevistas de trabajo se llega con especial antelación. Ya trabajando, si se empieza a las 9 de la mañana, eso significa que a las 9 hay que estar instalado en el puesto y arrancando. La impuntualidad molesta muchísimo a los alemanes, pero esa rigidez con la hora también da mucha seguridad a la vida diaria: el autobús pasa a las 10:37 (tal como indica la marquesina), el banco está abierto a las 8 en punto…

  • Cortesía alemana. La gente, y en especial en entornos laborales, se trata de usted (el tú llega, a veces, con el tiempo) y de Frau o Herr (Señora/Señor + el apellido); el Fraulein (señorita) ha caído en desuso. Se saluda dando la mano (los besos son raros, rarísimos). Todo se pide por favor (Bitte), todo se agradece (Danke) y decir tacos está fuera de lugar.

  • Alto alemán. ¿Habías oído hablar de Hochdeutsch? Es el alemán culto estándar propio de los universitarios, las escuelas, la prensa y todas aquellas profesiones con influencia social. Por muy divertidos que resulten los localismos y acentos (Dialekt), que lo son, no son la mejor manera de abrirse buenas puertas. Tenlo en cuenta al aprender el idioma: hacer el esfuerzo de asimilar el modo culto es una inversión con garantías de éxito.

JUGANDO LOS ASES PATRIOS

Sí, hay muchas trabas, pero también es cierto que los españoles cuentan con numerosas ventajas a la hora de hacerse un hueco entre los alemanes. Siempre ha habido una corriente de simpatía entre ambos países, ellos se familiarizan con nosotros gracias a las vacaciones y quienes llegan hasta allí para trabajar llevan con ellos enormes dosis de energía y motivación.

Los alemanes valoran la imaginación, la flexibilidad (hacer una hora extra con una sonrisa da muchos puntos), la amabilidad, la versatilidad, la elegancia y la simpatía de los españoles. Si se cumple bien en el trabajo, todas estas cualidades suman y destacan para bien a los españoles.  

Malena Mangas